lunes, 8 de marzo de 2010





Aparicion del Tayta Niño



(LEYENDA)



La tradición cuenta, que el origen se pierde en la época de la colonia, cuando en un pueblo llamado Pallalla, de la Región Huancavelica, habitada en ese entonces, por gente ególatra y egoísta; llevados por su poder económico se olvidaron de Dios; y sus costumbres las fundamentaron en grandes orgías.
En aquella época, se presentó en el pueblo un ancianito andrajoso, enfermo con llagas en todo el cuerpo, solicitando alimento que le fue negado y más aún arrojado de las casas de tales señores; en cambio, refiere la leyenda que fue atendido por la cocinera de uno de esos potentados, y que ella le dio su respectiva ración de comida con un vaso de chicha; sin embargo, el anciano no llegó a probar los alimentos, pidiéndole más bien una flor a la señora; al recibir el ramo, el anciano le agradeció profundamente recomendándole que se alejara inmediatamente de la comarca, pero sin dar vuelta si oyera cualquier ruido extraño, porque sino se convertiría en piedra, ya que esos habitantes iban a ser castigados por sus pecados de egoísmo, corrupción, ostentación y vanidad.
Así fue que al alejarse dicha señora, oyó ruidos estrepitosos (truenos de relámpago que caían sobre la aldea); y no pudiendo contener su curiosidad volteó y observó que el pueblo desaparecía bajo la inundación, viendo elevarse una paloma blanca y radiante que voló con dirección hacia el norte, convirtiéndose en ese momento la señora en piedra; desde este pueblo siniestrado, la blanca paloma, que era el Niño Jesús, pasó por diversos pueblos llegando al pueblo de Huayucachi.
Un día lunes, se le apareció en el altar mayor de nuestra legendaria iglesia, a una anciana que estaba por encender un cirio, quien a pesar de espantar a la paloma, esta no se alejaba por lo que apresurada salió a dar aviso a los vecinos, quienes al acercarse trataron de coger la paloma; pero fue en vano ya que ésta, permaneció hasta el día siguiente.
Al propagarse estas revelaciones, entre todos los pobladores decidieron ofrecerle diferentes danzas costumbristas, a fin de que el Niño Jesús se quede en el pueblo; así bailaron los “llamichos”, los “Kalachaquis”, la “Chonguinada” y el “Huaylarsh”, pero no dio muestra de respuesta positiva al pedido del pueblo; entonces pensaron ofrecerle una danza distinta, así que los del barrio abajo, danzaron en su honor el baile de los Chinchilpos, (baile de negrería disfrazados con máscaras, botines y con látigos)Este baile, era muy distinto a los ofrecidos y agradó al divino que se encontraba en forma de paloma, transformándose en el Niño Jesús, que luego es venerado como el Tayta Niño, Patrón del Distrito de Huayucachi.
Ahora, los pobladores de Huayucachi, rememoran la leyenda y en homenaje a Tayta Niño, presentan a los dos bandos, a los Chinchilpos y a los Gamonales, diferenciándose por los colores Cyan y Rojo que con la bendición del Tayta Niño, se hermana en lazos, de concordia y conciliación.

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